La procesión que comienza abajo, en la ciudad, asciende por la vía panatenaica hasta la acrópolis con el fin de ofrendar el peplo, -una vestimenta tejida-, a la diosa protectora de la ciudad: Atenea. El punto álgido de la cultura clásica reflejada en esta Atenas que encarna los ideales griegos.
Un mundo griego que se ha unido en el mar en contra de un enemigo común: los persas. Surge entonces la identidad griega, articulada en torno a una lengua. Surgen la filosofía y la democracia... y en el centro de todo esto una hetaira milesia: Aspasia de Mileto, esposa de Pericles, el ateniense.